Cuando somos pequeños, parece que somos esclavos de alguien, ya sea de los papás, los hermanos o cualquier adulto que decide que necesita algo de la tienda o que le pasen alguna cosa. Resulta que los más pequeños son los “ve a traerme…” de la gente mayor, y por supuesto, cuando los cuestionamos nos responden con el “porque soy mayor que tú” y se acabó la discusión, so pena de muerte…
Hay una característica que ne notado en los seres humanos a través de los años: la necesidad de revelarnos. Muchos lo tomamos como la forma en la que mostramos nuestra individualidad mientras otros sienten que así hacen que su voz y su inconformidad de escuche. En muchos casos es una buena forma de instigar el cambio, pero en otras, definitivamente es una buena forma de actuar como un patán…