Por más que nos queremos creer independientes del resto del mundo, siempre vamos a necesitarnos unos a los otros. Lamentablemente todos jalamos hacia lados diferentes y luego nos estamos preguntando por qué las cosas nunca avanzan hacia donde queremos. Sencillo: porque cada quien quiere que todo apunte a la dirección que escogió y no necesariamente es la que otras personas quieren…
Querido niño:Sé que te sientes solo, que el mundo parece no comprenderte. Veo tu mirada triste que busca amigos, o de perdida una persona con quién compartir esos momentos.
Dicen que mostrar quien eres en realidad es malo, que puede ser peligroso. Las personas sólo buscan lastimarte, dicen otros. Sólo es cuestión de que encuentren tus debilidades para que comiencen a usarlas en tu contra. El caso es que siempre debo estar sospechando de la gente que me rodea, debo esperar siempre lo peor de todos, incluso hasta de las personas que leen esto, ¿será que leen mis escritos sólo para buscar la manera de destruirme?
Hoy es un día diferente. Normalmente me despierto con ganas de salvar al mundo. Cada vez que abro los ojos me invade una necesidad enorme de agradecer por lo que tengo y lo que he sobrevivido, me abruman las ganas de leer todos los libros que me encuentre con el afán de devorar el mayor conocimiento posible de cómo cambiar el mundo que me rodea, cómo mejorarlo y traerle un poco de la paz que siento. Quisiera poder ayudar a todas las personas a salir de ese pozo oscuro y tenebroso en el que se encuentran y ayudarlos a ser felices.
Me han preguntado muchas veces por qué estudié psicología. Le mata la curiosidad saber por qué una persona tan rara como yo quiso ser psicólogo. Muchos me han dicho que no me miran como un terapeuta capaz. Que si me juzgan por lo que ellos miran, que soy un psicólogo mal preparado, poco profesional o simplemente malo.