Muchas personas tenemos una conexión profunda con la música. Nos levanta cuando nos sentimos tristes, nos conecta con el autor por sus poderosas palabras. Nos ayuda a expresar sentimientos complicados que a veces nuestras propias palabras se niegan a expresar. Nos sacan de nuestro estado de humor actual y generalmente nos hacen sentir mejor.
No soy un gay normal. No soy fan de Fey ni de Paulina Rubio. No me agrada la música de Yuri y la idea de escuchar a Thalía me deprime. Personalmente no me agrada su voz, pero es mi perspectiva personal. Me agradan las voces raras porque son distintivas y diferentes. No soy conocedor de la música ni experto de ninguna manera, sólo sé lo que a mí me causa placer auditivo.