No es por que me las de de muy interesante o que soy la gran cosa. Simplemente se trata de una precaución, es la forma que yo me cuido. Tengo un historial de confiar en las personas y que hagan mal uso de esa confianza, por lo tanto, ahora soy más cuidadoso de quienes pasan los filtros de mi cariño. Mi corazoncito parece muy frío, pero es un órgano muy sensible. Hay que protegerlo a toda costa…
El otro día me dijeron que se escuchaba muy feo decir que trabajo en una maquiladora (pausa para parpadeo incrédulo). En realidad no supe qué decir. Lo chistoso es que efectivamente trabajo en una maquiladora. Está bien, no soy de producción, pero igual es lo mismo. Lo que me pregunto es, ¿qué tiene de malo que trabajara en producción, acaso me hace menos valioso como ser humano? La verdad es que no, pero al parecer la gente siente que el trabajo en maquila es menos que el de ellos…
Una vez me dijeron que alguien me odió porque hice un comentario de Lucía Méndez. Al parecer, ese es tema prohibido si no se trata de halagos. Lo más chistoso es que el tipo le dijo a mi amigo que está consciente de que es una niñada enojarse por algo así porque la artista ni idea tiene de su existencia, pero que de igual manera me odió para siempre. No pues, échale ganas – pensé yo…
Me dicen que no debería ser tan abierto. Que debo ser más «discretos». Claro, tengo que vivir en las sombras y en la vergüenza, ¿y para qué? ¿por el respeto de la gente? No significa nada para mí, sólo es una palabra…
Me sale lo bestia, no puedo evitarlo. Parece que el demonio que habita dentro de mi quiere salir a toda costa. Cada vez que ve la oportunidad de mostrar su horrible cabeza, aprovecha para ver qué hay afuera, al parecer, el mundo externo es más interesante que el externo…
Muchas veces aquellas personas que son buenas y que hacen obras caritativas se preguntan si en realidad vale la pena ayudar a otros, ya que muchas personas los toman como tontos por el simple hecho de que su corazón tiene el deseo de ayudar a otros seres humanos sin necesidad de buscar recompensas monetarias o algo parecido….
A través de los años, en mis diferentes encuentros con personas similares me he topado con todo tipo de ideas de lo que significa ser gay y lo que es aceptable. Curiosamente, las más extravagantes que he escuchado han sido dentro de la propia comunidad homosexual.
Hay algo en común que tenemos aquellos que somos diferentes: nos sentimos el centro de las miradas y las críticas. El atreverse a ser o expresarse de forma distinta a lo que muchas personas consideran normal puede ser considerado un suicidio social, ya que trae consigo la connotación implícita de soledad y aislamiento, cosas que muchos de nosotros tememos y evitamos a toda costa.
“Jeremy habló en clase hoy”. Así dice el coro de una popular canción de Pearl Jam de los noventas. Describe a un chico perturbado que, debido al abandono casi completo de los padres y los abusos de sus compañeros decidió quitarse la vida frente a sus compañeros de clase. Es una canción pegajosa que recuerdo de mi infancia, producto de los gustos musicales de una de mis hermanas. Dicen las lenguas que es la que lanzó a la fama al grupo por lo brillante de la música y el tema del que hablan sus versos.
A la gente la mueven cosas diferentes. Algunos son impulsados por la necesidad de tener cosas materiales, otros por sus hijos, algunos otros por hacer el mal. Hay una gran variedad de motivadores en la vida, ya depende de cada uno de nosotros cuál es el que escogemos como nuestro principal impulsor en la vida.
MI primera vez en la marcha, pride all the way…
El ser diferente trae consigo prejuicios, dudas y en ocasiones rechazo de muchas personas. Puede que seas la persona más interesante de cualquier agrupación o la criatura más temida. Eso depende mucho de las personas que te rodean, sus ideas y sobre todo, cómo te comportas y reaccionas ante diferentes situaciones.
No soy un gay normal. No soy fan de Fey ni de Paulina Rubio. No me agrada la música de Yuri y la idea de escuchar a Thalía me deprime. Personalmente no me agrada su voz, pero es mi perspectiva personal. Me agradan las voces raras porque son distintivas y diferentes. No soy conocedor de la música ni experto de ninguna manera, sólo sé lo que a mí me causa placer auditivo.
Ayer en Tijuana fue la “marcha por la familia” o como quiera que se llame esa cosa. Naturalmente todas las personas que me conocen me dieron su opinión personal sobre el asunto como si yo se las hubiera pedido. Parece que por ser gay necesito tomar una postura definitiva para que se me pueda catalogar dentro de los estándares que la sociedad requiere.
Si no pienso igual que tú, ¿automáticamente quiere decir que estoy mal?…
¿Es prudente siempre decir lo que uno piensa? Veamos….
Con todo lo que sucede en el mundo, tanta negatividad y oscuridad, ¿en realidad necesitamos agregarle más con nuestras acciones negativas?…
Momento de la verdad. Honestamente he evitado esta historia porque he considerado que quizá sea dolorosa para algunas personas. En algunos casos, no me podría importar menos si hiero sus patéticas e hipócritas sensibilidades, pero en otros casos, sí me cala un poco causarles dolor. Lamentablemente esto es más importante que esas pocas personas o yo mismo. Esto puede ayudar a otros. Eso es lo más importante. Un poco de dolor no mató a nadie.
Al parecer la gente tiene problemas existenciales cuando se trata de las etiquetas, quizá algunos se sienten como camisetas cuando se trata de usarlas. No todos sentimos la necesidad de escoger una para que nos identifique, sin embargo, hay aquellos que se sienten cómodos utilizándolas para darle sentido a las cosas.
Me encanta la gente diva, ¡Me encanta! Que alguien se sienta tan superior a los demás siempre me causa risa. El hecho de que hay personas en el mundo que han sido educadas como si fueran el centro del universo es un fenómeno fascinante. Sé que en muchas ocasiones la gente adopta esas posturas a pesar de lo que les enseñan, pero en muchas ocasiones esas actitudes vienen de los papás. Lo he visto muchas veces con mis alumnos.
Se me hace increíble ver cómo las personas priorizan las cosas. No cabe duda de que cada cabeza es un mundo y que todos tenemos nuestras propias ideas de lo que es más importante, pero hay gente que definitivamente no tiene vergüenza a la hora de escoger las cosas. He visto ejemplos de personas que tienen la lista de prioridades toda torcida y a veces hasta raya en lo ridículo.
A veces nos aferramos a las personas. La terquedad de nuestro corazón en ocasiones nos orilla a entrar en situaciones complicadas y frecuentemente estúpidas. Si alguien muestra ganas de irse, nos arrastramos por el suelo rogando que se queden, dejando atrás nuestra dignidad, pero terminamos felices de que esa persona se digne a darnos un poco más de tiempo, aunque es bastante obvio que se quiere retirar.