Las palabras son un invento maravilloso. Un código extenso de sonidos que nos ayudan a expresar lo que sentimos y lo que queremos comunicar, desde lo más sencillo como un hola hasta lo más complicado como maldecir al mundo cuando te pegas en el dedo chiquito con la pata de la mesa mientras pegas de brincos. Salen de nosotros con una fluidez increíble, sobre todo cuando estamos enojados, es cuando somos hasta poetas y lo más importante, constantemente estamos inventando palabras nuevas para describir objetos: ¿Me pasas el deste?