
claricelecter@hotmail.com
Soy raro, no puedo evitarlo. Definitvamente tengo mis características que me hacen único, claro, eso es lo que me hace individuo. Creo que empezar el escrito con un cliché es algo divertido porque siempre hace que las expectativas de la gente se vayan hacia abajo y así siempre puedo sorprenderlos con algo interesante, o al menos, esa es mi intención en cada momento, esperemos que al final no me tropiece con mi propio juego de palabras…
He estado pensando mucho, aprovechando que no puedo hacer gran cosa en estos momentos en aquellas veces donde me he encontrado en situaciones incómodas simplemente por ser yo mismo. Han sido muchas las ocasiones donde meto la pata (donde definitivamente es culpa de mi impridencia), y ha habido ocasiones donde el ser tan diferente me ha puesto en el camino de burlas o desprecio por parte de otras personas. Definitivamente la vida es una colección de experiencias, tanto buenas como malas. Lo único constante ¿definitivamente es la oportunidad de aprendizaje.
Hay una gran mentira que te dicen durante los años formativos, que ser tú mismo hará que la gente te acepte y te ame. Hermosa idea, pero falsa hasta cierto grado. El ser tú mismo te expone a situaciones desde las más cómicas hasta incluso peligrosas, ¿acaso no hemos visto a muchos de nuestros hermanos y hermanas asesinadas simplemente por ser diferentes? Las connotaciones pueden dar miedo porque varían desde un simple rechazo a legitimamente estar en peligro.
Una ocasión interesante que recuerdo mucho es cuando acompañé a mi hermano a comprar un control para la alarma de su carro. Dentro de la oficina nos explicaron los detalled del funcionamiento y hasta le dieron unas cuantas funcioes extras como todo buen servicio al cliente. Cuando escuché eso abrí mi bocota y dije “ah, qué bueno” y salimos. Después me hizo el comentario mi hermano que me escuché super gay y que le dió un poco de pena. Honestamente, me lo dijo con una inocencia muy grande, sin malicia. Mi hermano y yo siempre hemos tenido buena comunicación, pero en ese momento mi corazón se hundió. Comprendo ahora que era más por el hecho de que mi autoestima estaba muy dañada y no estaba preparado para un comentario así, pero en ese momento sentí que no era sabio hablar para no causarle vergüenza a nadie.
No era por dramático, simplemente me sentía así. Tenía tanto miedo al rechazo que sentía que necesitaba adaptarme al mundo, incluso cambiarme completamente para que la gente me aceptara. Era muy frustrante querer ser una persona normal y que el espejo me mostrara esta cosa rara que habla a gritos y llama la atención por más que intentara no hacerlo. Perdí la cuenta de cuántas veces le rogué a Dios que me hiciera normal y que me quitara todo este peso de ser raro. Porque desde pequeño supe que no era como los otros niños. Siempre ha habido aldo diferente en mí, solo que no sabía qué hacer con eso. Por eso tuve tanto miedo, porque sabía que me iban a rechazar cuando la gente lo descubriera.
Incluso en la universidad, mi necesidad de aprobación de la gente me impulsaba a platicar a gritos para que todos vieran que no me estaba muriendo de miedo hablar. No puedo evitar sonreír al recordad a ese chico perdido que no sabía por dónde caminar porque al parecer el balance era algo que me eludía. Primero quería desaparecer y luego mis acciones clamaban atención. Incluso los vestigios de esa contradicción viven dentro de mí: quisiera que todo mundo leyera mis palabras pero no quiero que nadie sepa quién soy. No cabe duda que la mente humana es compleja e interesante.
Ya siendo honestos, por más que intenté ser otro nuna lo logré. Nunca he podido ser más que yo mismo. Claro, ya trabajado y liberado de muchas cosas, ideas, autoflagelaciones y actitudes de víctima me siento otra persona, pero no, sigo siendo yo. Sigo necesitando amor y de repente aprobación de la gente que amo. Tengo sentimientos y miedos igual que siempre, solo que ahora me concentro en amar lo que soy y lo que tengo y no enfoco mi tiempo en la gente ni sus opiniones. Logré soltar esas preocupacionse una vez que descubrí que en realidad cada quien tiene una idea diferente de quién soy y que la gente que me ama me ama como soy de raro y enfadoso. Aprender eso es liberador.
La parte que es verdad de lo que dicen es que si aprendes a amarte tú mismo, te va a importar muy poco lo que otros digan, si te aman o no, no tiene relevancia. Pero al parecer, ya está muy largo decir eso y honestamente, muchos no estamos preparados para escucharlo, ya que estamos perdidos en el torbellindo de nuestras propias emociones.
“A la hora que te aceptas y te amas tú mismo, serás genuino y quien te ame será por quien eres y no por lo que aparentes ser.” Esa es la frase que yo le regalo al mundo y a mis hermanos. Lo que comparto que he aprendido en mis muchos años de vida y que descubro que es verdad, ya sabrán ustedes qué interpretación le dan a mis palabras. No busquemos la aceptación en los ojos de otras personas, sino en nosotros mismos.
Soy Mostro, soy raro, soy libre. Compartan… si se atreven…
Saludos afectuosos.
Mostro.