Si me dieran a escoger…

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#MostroVacci

Me invitaron a asistir al foro de “Identidad de género y matrimonio igualitario” en Tijuana el 18 de Noviembre. Definitivamente fue un evento interesante. Ahí pude ver diferentes aspectos de la condición humana, desde sus aspectos más vulnerables.

Lo que más me llamaba la atención es ser parte de algo así que abriera la visibilidad a necesidades que tenemos como comunidad, al final de cuentas hablo mucho de cambiar al mundo, pero parte de lograr eso es participar en la concientización social, no solo opinar sobre ella, así que ante la invitación de un amigo, fui a ver en persona de lo que se trataba el evento. Al final de cuentas, la lucha contra la ignorancia (sobre todo la propia) es un trabajo constante.

Resulta que cuando estaba hablando una de las ponentes sobre sus vivencias como persona trans, un hombre decidió que era el momento de hablar él, se levantó y empezó a hablar, haciendo preguntas absurdas sobre la identidad de género que parecían destinadas a hacer menos a las personas que estaban presentando al tema y a cualquiera que estuviera experimentando la misma situación. El hombre preguntó que si una persona se siente una lechuga, que si lo vamos a identificar como una lechuga. Entre gritos el hombre exigía que lo filmaran para que documentaran cómo lo estábamos corriendo y cerró con broche de oro gritando que sus impuestos pagaron por ese foro. Amenazó varias veces con retirarse, pero siempre se regresaba para seguir gritando lo mismo.

Personalmente, me pareció un intento patético de provocar un enfrentamiento entre la comunidad y estas personas, que no dudaron ni un momento el gritar palabras como “discriminación” y “censura” cuando era exactamente lo que estaban haciendo. Lo chistoso es que nunca se le negó su derecho a hablar ni expresarse, simplemente se le pidió que lo hiciera con respeto y en el momento adecuado. Al parecer fue demasiado pedir. Cuando se fue al fin, varias personas se fueron con él, lo que me dice en mi delirio que a eso fueron específicamente: a causar revuelo. Quizá buscaban causar algo violento para quejarse de lo salvajes que somos los miembros de la comunidad. Cada quién sabe su motivación.

Honestamente, al ver el revuelo, me dieron ganas de llorar. Vi en ese momento todo lo que siempre he temido en mi vida: ser atacado sólo por ser quien soy. En esta ocasión no hubo violencia física, pero en muchos casos mis hermanos y hermanas son asesinados, golpeados, violados y humillados por el simple hecho de ser diferentes. Con justa razón la gente reacciona ante cualquier ataque, porque estamos hartos de vivir en sombras, en secreto y todo por respeto de una sociedad que nos quiere segregar.

En lo que respecta a los impuestos: MIS impuestos también pagaron ese foro. A mi también me quitan el 30% de mi sueldo para pagar impuestos, ¿Qué más quisiera que me dijera el gobierno que por ser maricón me desprecian mi dinero, que no les sirve, que les da asco! Bueno fuera, pero para eso no tienen discriminación. Mis pesos de colores son tan buenos como los de cualquier heterosexual.

Y la pregunta de la lechuga: ¿En serio? ¿Cómo te atreves a comparar a un ser humano con un vegetal? ¿Eso es lo que le enseñas a tus hijos, a discriminar y hacer menos a una persona? Lo siento por ellos. Ese aprendizaje de odiar a lo que es diferente solo porque no lo entiendes les va a traer muchos problemas en el futuro porque hay gente que sí respeta a otros, sean quien sean y no son tímidos a la hora de defender sus ideas, ¿o acaso creías que eres el único apasionado en esta lucha?

Déjenme aclarar unas cosas desde mi punto de vista personal, para ustedes que quizá no entienden el punto:

Yo soy gay. Libre, abierto y orgulloso. No tengo duda alguna en ello porque vivo abiertamente sin importarme lo que dirán los demás. Pero no escogí ser gay. No me dieron la opción cuando mi orientación sexual surgió. Simplemente lo fui. Qué fácil hubiera sido tener una novia, casarme con ella y hacer una familia como todos lo querían, pero no fue así , ¿Soy malo por ser quien soy? Pues ni modo. Si te molesta o te incomoda o estas a favor de ello siempre y cuando lo haga en privado, lamento decirte que me tiene sin cuidado. Mi vida es mi vida y lo que entra y sale de mi cuerpo (como dijeron en el foro) es asunto mío. Si no quiere verme siendo gay no me veas. No por ti voy a pretender ser otra persona. Eso es tan falso como la moral de mucha gente “decente”. No pedí esta vida ni elegí sentir atracción hacia los hombres, ni ser la vergüenza de mi familia ni recibir esa mirada de decepción de la gente que en su tiempo fue importante. No me dieron esa opción ni he estado confundido en ningún momento de mi vida. Sin embargo, hoy, a mis 36 años, yo lo escojo y soy feliz con ello. Soy hombre, soy gay y me amo.

Estoy seguro de que mis hermanas y hermanos trans tampoco lo eligieron, sin embargo, son tan fuertes y tan valientes que avanzan por la vida siendo fieles a sí mismos con tal de vivir plenamente y en búsqueda de un poco de la felicidad que justamente merecen. Enfrentan lo peor de la ignorancia y la estupidez humana solo por el hecho de ser más visibles que yo. Y en vez de protegerlos y apoyarnos entre nosotros, solo mostramos que somos parte del problema siendo despectivos entre nosotros. Ese odio e intolerancia hacia otras personas solo muestra que en realidad es hacia nosotros mismos.

Ayer vi los mejores y peores ejemplos del ser humano. Viví en carne propia el miedo y la inseguridad que sientes mis hermanos y hermanas activistas cada vez que están al frente de la lucha, ¡qué gente tan valiente! Toda persona que está dispuesta a enfrentar la injusticia y enfrentar los peligros que conlleva tiene mi respeto más profundo. Por eso cuando me llaman activista, les digo que yo solo soy un ser humano que comparte su experiencia, los activistas son los que mueven masas, yo lo único que quiero hacer es darle un poco de amor al mundo y esperar que mis semillas florezcan y embellezcan al mundo.

Me preguntaron hace tiempo que si en realidad es una lucha lo que hago. La respuesta es sí. Lucho contra la ignorancia, contra la discriminación, contra los estereotipos, contra los insultos, contra el miedo de ser atacado y asesinado por ir caminando por la calle con mi novio, con ser señalado como violador sin mérito, contra el terror de que mi pareja no tenga derechos porque no me puedo casar en mi ciudad, contra las miradas despectivas que me tratan de recordad que no soy un ciudadano “de verdad” por quien comparte mi cama, contra los hombres que creen que los deseo sexualmente solo porque tienen pene, contra los comentarios despectivos y, sobre todo, contra mis propias voces que tratan de recordarme lo feo que soy y lo poco que valgo. Así que sí, es una lucha constante…

Unamos nuestras fuerzas, nuestros talentos y nuestros colores y mostremos al mundo ño valiosos que somos y lo mucho que podemos lograr.

¿Qué dicen?

Compartan… si se atreven…

Saludos afectuosos.

Mostro.

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