
claricelecter@hotmail.com
Siempre que alguien me dice que quiere ser mi amigo, no puedo evitarme preguntarme qué andan buscando. No es que no me interese una nueva amistad en mi vida, pero tiendo a ser muy selectivo de a quién dejo entrar. No cualquiera tiene los requisitos necesarios para abrir mis puertas, por eso las pocas personas que lo han logrado generalmente son muy especiales.
No es por que me las de de muy interesante o que soy la gran cosa. Simplemente se trata de una precaución, es la forma que yo me cuido. Tengo un historial de confiar en las personas y que hagan mal uso de esa confianza, por lo tanto, ahora soy más cuidadoso de quienes pasan los filtros de mi cariño. Mi corazoncito parece muy frío, pero es un órgano muy sensible. Hay que protegerlo a toda costa.
Por eso mucha gente piensa que soy una persona muy indiferente, porque mantengo mi distancia emocional en casi todas las circunstancias. Soy muy sociable y platico como perico, pero no intimo, no comparto cosas personales, no hablo de mí, y menos confío en la gente que me rodea. Confío en mí, en Dios y en mi madre, que es la única persona que sé que tiene mis mejores intereses en su mente.
Esto no quiere decir que no tengo amigos, para nada. Tengo los mejores amigos del mundo. Las pocas personas que hay en mi vida son lo más valioso que he encontrado. Su cariño me da muchas fuerzas, sobre todo cuando estoy en el piso autocompadeciéndome. Ellos son los que me dicen que soy un idiota en mi cara y me ayudan a levantarme. Son quienes me han visto llorar y que me hacen sentir seguro, son los que me han visto borracho, que es más difícil que verme desnudo. Jajaja.
Creo que soy buena persona y que por ello merezco tanto amor como doy. Trato de ser un hombre productivo y de traerle cosas buenas al mundo, ¿por qué no querer lo mejor para mí? Claro que lo merezco. Me importa poco si tienes dinero, fama o estatus social, si eres un buen ser humano, voy a querer tenerte cerca.
El problema es que mucha gente confunde la nobleza con la estupidez. Eso, mis adorados, es un gran error. Hay gente con buen corazón y buenas intenciones en este mundo y no por ello quiere decir que son tontos, al contrario: si tienen tan bonita alma deberíamos protegerlos más para que su nobleza nos empape y nos contagie para así llenar el mundo con ella.
Así que las personas que me buscan con buenas intenciones tienen lo mejor de mí. Las que me buscan para sacarme información para hablar mal de mí a mis espaldas, pierden su tiempo. Todo lo que quieren saber de mí está al alcance de tus manos, todo está en internet. Deberían saber que nada de lo que he hecho o vivido me avergüenza, ¿qué me pueden decir de mí que me sorprenda? Cuando he cometido errores enormes ahí estaba, ni modo que me agarren de sorpresa.
Así que si quieres ser mi amigo, hay cosas que necesitas tener para captar mi interés. Uno de los requisitos es que seas una persona honesta. Un ser humano directo y sincero siempre va a tener mi respeto, aunque no necesariamente me guste lo que tengas qué decir. La verdadera amistad no siempre es de momentos agradables. Un amigo siempre te dirá la verdad en tu cara aunque eso te moleste. De hecho, son las únicas personas con las que puedes contar que lo harán.
Otra cosa que es necesaria es un poco de humor. No me refiero al que tenemos cuando cumplimos ocho años tampoco. Claro, un nivel de inmadurez de vez en cuando es algo muy agradable, pero una estupidez constante ya es molesto para mí. Conozco gente que nunca sale de la infancia, y a pesar de que es una decisión muy respetable, no puedes esperar tener una conversación inteligente con esas personas. Cuando lo intentas, generalmente sueltan la risa con cada palabra clave que para ellos representa un albur o algo chistoso.
¿Podemos agregarle un poco de compasión a la receta? No es necesario que la persona tenga un corazón sangrante ni que quiera salvar al mundo, simplemente que tenga empatía y que pueda ponerse en los zapatos de otros, comprender un poco, por así decirlo. No importa que en la superficie parezca una persona fría, lo que importa es que dentro de ese glaciar haya un corazón.
Una pizca de valor siempre es necesaria, para poder enfrentar al mundo juntos. Incluso para platicar abiertamente de ciertos temas sin estar preocupado de lo que va a decir la gente. No me interesa ir por el mundo ofendiendo gente ni mucho menos, pero en ocasiones, hay temas que quisiera abordar, y con mis amigos me siento libre para hacerlo.
Lo que busco en una persona que va a entrar en mi vida en cualquier contexto es un ser humano. No pido perfección, eso es aburrido, pero hay cosas que me gustan en la gente y cosas que detesto enormemente como la gente que se la pasa en chismes y tirando veneno a la gente: esos no necesitan aplicar, les aseguro que son los primeros rechazados. Comprendo que todos tenemos nuestras opiniones, pero hay gente que solo le trae negatividad al mundo, esa gente no la necesito en mi mundo, gracias.
Hay gente que me ha agregado en mi Facebook personal y que se han dedicado a criticar mis escritos, mis fotos (hasta me han dicho que mi sonrisa da miedo), que mi página es difícil de accesar, que mi forma de escribir no les gusta, que debería… (un sinfín de críticas), lo que se me hace chistoso es que se extrañan cuando los he borrado. Estoy preparado para críticas constructivas, retroalimentación y recomendaciones, pero cuando todo mi ser y mi trabajo es poca cosa, que no te extrañe que salgas botado, rechazado como un chicle viejo.
Ya tuve malos amigos, venenosos, aprovechados, dramáticos y divas, ya lo que necesito a mi lado es a gente positiva, trabajadora, honesta, directa y que no traiga complicaciones a mi existencia, ya que yo no planeo ser una para la suya. La reciprocidad es clave.
Y sí, puedo decir honestamente que tengo pocos amigos en mi vida. Pero son de muy alta calidad, por eso los amo y los cuido como lo que valen. Como decía mi amigo Ángel: La segunda familia se escoge. Yo soy selectivo, pero he escogido a mi segunda familia muy cuidadosamente. Ellos son los que me protegen hasta de mi propia necedad y me dicen lo que necesito escuchar, sea o no de mi agrado. Eso es un amigo.
Y ustedes, hermanos, hermanas, ¿qué opinan? Compartan… si se atreven…
Saludos afectuosos.
Mostro.
Lo difícil de la a amistad no es el encontrarla, lo difícil de tenerla es: valorarla, cuidarla , mantenerla y conservarla.
Definitivamente, Blanca. Encontrar a un amigo es difícil de por sí, pero es como una buena planta. Hay que nutrirla constantemente, pero si lo haces, el resultado es muy bello y valioso.