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La vida me ha enseñado muchas cosas, en ocasiones las lecciones son duras y difíciles de tragar, sin embargo, no queda mucha opción, es aprender o morir. Y como decido vivir, hay qué hacer que las tres neuronas que me quedan se expandan para que los nuevos conocimientos puedan permear y hacer nuevos caminos. Es importante tener en cuenta que a pesar de que uno puede sentir que ya no hay nada nuevo bajo el sol, el mundo a nuestro alrededor cambia constantemente y es muy fácil hacerse obsoleto, sobre todo si uno se rehúsa a cambiar el lente a través del que uno ve las cosas.
Si bien uno se puede agarrar de que es de la vieja escuela para para evitar dar pasos hacia adelante, una parte importante del ser humano es tener la capacidad de nuevos aprendizajes, de adaptarse, de evolucionar, ¿acaso no nos consideramos los seres superiores? Bueno, para poder jactarnos de sedes o mismo es de suma importancia tomar las riendas sobre nuestro propio crecimiento y sobre todo de nuestras acciones porque no podemos ir por el mundo echándole la culpa a todas las circunstancias que nos rodean por las malas decisiones que tomamos. ¿O acaso solo vamos a tomar el crédito cuando hacemos las cosas bien? Claro que no.
Es muy conveniente agarrarse del hecho de que nos criaron con otras ideas para poder seguir con lo que nos conviene, total, nos enseñaron a ser retrógradas y tomar lo que nos conviene. Nos mostraron que siendo agresivos siempre íbamos a obtener lo que queríamos y que era la forma correcta de hacer las cosas, sin embargo, descubrimos constantemente que conforme el mundo va avanzando no queremos tanta violencia, ni tanta agresividad y sobre todo no queremos que nos impongan sus ideas viejas y arcaicas. Queremos crecer, queremos aprender deseamos convivir, necesitamos compartir y añoramos vivir. Para eso quizá sea necesario destruir las ideas viejas y construir unas nuevas que nos permitan considerar la posibilidad de aprender sobre la marcha y tolerarnos entre nosotros.
Mi mera existencia es una ofensa para mucha gente. Soy un varón soltero, un desperdicio como me han dicho varias porque no estoy interesado en salir con ellas ni mucho menos casarme o aparearme. También lo he escuchado por el hecho de que no quiero tener hijos. Lo siento, no me gustan, no me interesan y mucho menos los quiero, entonces, ¿por qué voy a tenerlos? Se me hace algo tan tonto reproducirse porque la sociedad me quiera presionar porque es lo más aceptable. Gente, si no le hago caso a nadie cuando se trata de las decisiones que tomo, mucho menos para regar engendros por ahí. Si no sigo las reglas para quien amo ni a quién recibo en mi cama, ni lo que estudié, ni siquiera para lo que digo, ¿qué le hace creer a la gente que voy a seguir sus reglas con todo lo demás?
El hecho de que estoy en una relación monógama con un hombre automáticamente me descarta como ser humano para muchas cosas. Como el hecho de que la gente no me creé que no somos promiscuos, porque “todos sabemos cómo son” como si no se vieran constantemente las relaciones heterosexuales plagadas de intrigas e infidelidades. Al final de cuentas la manera que llevo mi relación con mi pareja es asunto de dos. Si somos monógamos o poliamorosos no es algo que le incumbe a nadie más. También que me comenten que cuatro años son muchos para una relación homosexual comparada con una “normal” no es un cumplido. Un ser humano es un ser humano y el hecho de que les sorprenda a muchos que yo tenga una relación bonita y estable con alguien que quizá contrasta con sus relaciones venenosas y llenas de drama honestamente no es mi problema. Si mi luz encandila a tus demonios no deberías enojarte conmigo.
Y si me preguntan cuál es la clave para llevarla bien, es fácil: trata a quien amas como quisieras que te trataran. Si te gusta que te anden celando y haciendo escándalos en público, adelante. Si los abusos, los golpes y los cuernos son lo que te gusta que te pongan, disfrútalos. Si no es por ahí la cosa, ¿entonces por qué lo haces? ¿Por qué tratas a quien se supone que quieres de la peor forma? Si eres un patán y luego te dejan, no es porque tu amante quiere ir a acostarse con otras personas, quizá simplemente convertiste la experiencia en algo tan insoportable que preferían morirse antes de estar cerca de ti un momento más.
Las reglas del mundo que son tontas no las sigo. Nadie me puede decir a quién amar ni quién debo ser. El hombre que yo he elegido en convertirme es alguien que amo y que toda la vida he trabajado por lograr, por lo tanto me rehúso a pedir disculpas si mi mera existencia ofende a alguien. Mientras no me meta con nadie y mis relaciones sean entre dos adultos que den su consentimiento es innecesario pedir permiso y mucho menos para ajustarme a los estándares que un idiota con una sotana que cobra por la salvación decidió hace mil doscientos años que debo ser. No gracias.
Toda la vida he tenido que pedir disculpas por lo que soy, pero a la única persona que le debo algo es a mí mismo, a ese niño asustado que tiene miedo salir porque lo van a juzgar y rechazar por ser raro. Es hora de perdonarme por el mero hecho de ser. Me la he pasado buscando la aprobación ajena durante toda una vida solo para descubrir que ese niño se ha convertido en mí: irreverente, feliz, rebelde y sobre todo honesto consigo mismo. Al diablo con la gente de mente cerrada, tengo mucha gente de mi lado que necesita ver que es posible llevar una vida plena sin importar lo que la gente persignada y mustia piensa, total, se contradicen tan seguido con sus propias incongruencias que aburren a cualquiera.
Así qué, si decides verme con ojos juzgones, toma en cuenta que tu mirada desaprobadora no me hace sentir mal y que por más que me digas que soy vulgar, abominable y que me voy a ir al infierno solo hará que viva con más intensidad, porque tu represión es algo que no me afecta, total, no es la primera vez que me sugieren que me vaya en esa dirección. Los perros también me ladran cuando no me conocen…
Si te ofende mi presencia, no me lo digas, porque me alegra. Soy tan latoso que cuando me muera volveré nada más para jalar una que otra pata con tal de seguir molestando a varios.
No pierdas tu tiempo conmigo. Mejor sala tu alma y encárgate de tus propios demonios, estoy seguro que con tanta doble moral, has de tener muchos, pero eso no es asunto mío…
Y ustedes hermanos, hermanas, ¿qué opinan?
Compartan… si se atreven…
Saludos afectuosos.
Mostro.