
claricelecter@hotmail.com
A ver, amiga, tenemos que hablar. Toma asiento, aquí tengo un cafecito, sé que andas cansada porque te la pasas yendo y viniendo como loca buscando a la siguiente persona que tiene que irse, así que descansa un poco y sube los pies, te mereces un receso. Dedícame unos momentos si puedes, quisiera hacerte unas preguntas…
Sé que tu trabajo es difícil, porque tienes que causar mucho dolor, eres la causa de uno de los temores más grandes del ser humano y casi todos te odian. Nos la pasamos llamándote y presumiendo que no te tenemos miedo, pero a la hora de verte la cara las rodillas se nos debilitan y siempre salimos huyendo, lo comprendo tanto como mi mente humana me lo permite, no es fácil ser la representación del final y de la falta de existencia, el fin del ser, la oscuridad perpetua. No te comprendemos aunque nos esforcemos por hacerlo y hay culturas como la mía que hasta se burlan de ti (pero no es personal, nos burlamos de todo). Nadie sabe cómo decides a quién llevar contigo, ni siquiera si es algo que decides tú o si sólo sigues órdenes. Eres la gran incomprendida de la historia y lo siento.
¿Pero qué onda contigo, vieja amiga? Has estado un poco ocupada en éstos últimos meses. Sé que tu labor es solitaria y que siempre recibes los mismos reclamos de la gente, pero ahora sí te estas pasando. Te has estado llevando a mucha gente buena. Dicen que no distingues unos de otros, que en tus ojos todos somos iguales y que no importan nuestras acciones a la hora de recibir tu visita, pero aún así, mi corazón te hace esas preguntas. Mi alma suplica una justificación, una razón de ser de las cosas y mi corazón roto pide a gritos saber cómo se llena tu lista y cuáles son los factores a considerar a la hora de escribir un nombre en tu documento…
¿Por qué te llevas a mis amigos, querida muerte? Acaso no hay gente mala para que puedas escoger? ¿No hay suficientes asesinos, violadores, pedófilos y sinvergüenzas en el mundo? No están acaso esas personas que le roban los fondos a los hospitales y dejan que gente con problemas médicos mueran mientras llenan sus bolsillos del dinero que nos roban bajo el eufemismo de “impuestos”? ¿No está el marido que golpea constantemente a su esposa por no ser perfecta mientras tiene sexo con cualquier mujer, hombre o animal de granja que se deja, a veces contagiándose de enfermedades y arriesgando la vida de su pareja? ¿No está el que ve a un niño con ojos lascivos? ¿No hay personas que disfrutan de causar dolor a otros, torturan y matan a otros seres humanos por simple placer? ¿No hay gente que se filma quemando vivos a animales, o gente que se sirve del pueblo? Acaso esas personas no son más dignas de tu visita? ¿PPor qué no te las llevas a ellas y le haces un servicio social al mundo en vez de escoger a otros que trabajan, aman y viven tranquilamente?
Últimamente ni me has dejado procesar una pérdida cuando me avientas otra. A veces me pregunto si no sonríes mientras causas tanto dolor, si no disfrutas tu poder. Creo que sí. Llevan tanto tiempo haciéndolo que ni te inmutas. Supongo que así debe de ser. Eres buena en tu trabajo, pero comprende que yo soy humano y mi capacidad de comprensión de lo que haces es muy limitada. No comprendo tu plan. Quizá tú misma eres inmortal y no logras entender lo que es hacerte frente a ti misma, pero cada vez que vienes por alguien que amo te llevas una parte de mi corazón. Una parte de mi salud mental. Una parte de mi alma. Me dejas solo con unos recuerdos que con el tiempo amenazan con irse desvaneciendo y un vacío en el pecho que nada ni nadie puede volver a llenar. Esa es la crueldad de tu misión. Y es algo que debemos aceptar eventualmente, y lo hacemos, no porque queramos, sino porque no hay ninguna otra manera de sobrevivir.
Me la paso viendo los rostros de mis seres queridos, digo su nombre y lloro por no tenerlos cerca, por las promesas rotas, por el tiempo robado, por no poder escuchar su voz ni reírme con ellos. Siempre terminas haciendo que los bellos recuerdos tengan un tono doloroso. Duele recordad hasta lo más bello porque es un recuerdo constante de que lo que ya no es. Y uno se queda aquí preguntándose qué pasó y por qué. Y eso, amiga, es el chiste más cruel de todos.
Sé que tu silencio es perpetuo, que no le vas a dar explicaciones a un simple mortal porque no hay forma de hacerlo, y que aun así no comprendería. Pero dime, amiga, ¿qué onda contigo? Ya date un descanso damos un respiro a nosotros, ¿no? Ya estuvo bueno de vivir con este miedo constante de ver a quién vas a visitar. Si te llevarás a un amigo, a mi familia o si te los saltarás a todos y al fin vendrás por mí. Ya me enfadé de irme a la cama cada noche con miedo a ya no despertar por que andas asechando constantemente. Es horrible sentir mi corazón roto constantemente por sabes que llegaste por otra persona que quiero. Es agotador hacerme el fuerte para ser el apoyo de otras personas porque si muestro alguna emoción quiere decir que no soy un buen psicólogo.
Pandemia, enfermedad, incertidumbre, inseguridad, crimen, todo eso debo ver alrededor de mí y aparte tengo que mantener mi mente positiva y alegre para que otros no desesperen, ¿y dónde queda mi desesperación, mis miedos, mis lágrimas? Curiosamente a la única que le puedo contar es a ti, a la que menos le importa, a la que no me puede decir nada, a la que tarde o temprano me anotará en su lista de pendientes y vendrá por mí para iniciar mi viaje hacia la nada, hacia el olvido y hacia otras personas llorando por mi pérdida. Con razón por momentos me siento tan cansado…
Tú y los malditos impuestos son lo único seguro en esta vida. Wow, ¡qué motivador! En fín, sé que tu silencio es toda la respuesta que me vas a dar, pues en realidad no eres mi amiga, solo te veo de esa forma porque así no me das tanto miedo. Sé que no te tomarás mi café porque la única forma de consolarme con ver tu cara es dándote una forma física, además de que tú no necesitas la cafeína, al parecer tus niveles de energía nunca bajan.
Así que sigue tu camino, eterna aliada y enemiga. Ya veremos qué sorpresas nuevas traes con tus nuevos pasos…
Mostro.
Así es . . . Muy sabía la reflexión
Felicidades muy atinada como siempre.😔
Qué bueno que te gustó, Blanca. Te mando muchos abrazos.
Mostro.