Me dicen que soy frío…

claricelecter@hotmail.com

#MostroVacci

Me dicen que soy frío, que a veces parezco muy indiferente. La gente se sorprende de que tengo la habilidad de desconectarme emocionalmente cuando necesito hacerlo. Creo que es más que les sorprende el hecho de que de repente les doy el trato que se merecen en vez del que ellos creen que tienen derecho a recibir. Por más que quiera a una persona, siempre tengo que quererme más a mí.

Lo que no parecen comprender es que no lo hago para ser malo ni para ser indiferente, lo hago porque hay que protegerse de las malas influencias externas que tratan de destruir mi paz interior, esa por la cual he trabajado tanto durante tantos años. Me ha costado mucho esfuerzo llegar a ese lugar de paz, por lo tanto, nada ni nadie puede deshacerla

Entonces, cuando me topo con una persona tóxica, de esas que te mira como una herramienta para obtener lo que quiere, esas drama Queens que se la pasan haciéndote berrinches y escándalos cuando no les das por su lado, esos “amigos” que usan la culpa para sacarte provecho, esas personas que no le traen nada positivo a tu vida, que te critican y parecen empeñados en hacerte menos, lo que hago es alejarme, pongo distancia entre eso que me lastima y mi persona. Y mucha.

No es porque sea una delicada margarita ni un vasito de cristal fino, simplemente mi amor propio siempre es más grande que cualquier relación, sea familiar o de amistad. Siempre necesito cuidarme yo solito porque no hay nadie en el mundo que lo haga por mí. Digo, sí tengo gente en mi vida que me quiere y me apoya, pero al final de cuentas, si no me cuido yo mismo, ¿quién lo va a hacer? Todos tenemos nuestra vida y nuestras actividades y no siempre tenemos ni el tiempo ni la energía para estar cargando con otras personas. Mejor cada quien a cuidar su patio.

Esa idea que tanto escucho de que “la familia es la familia” se me hace chistosa. Honestamente, para mí, los lazos sanguíneos no sirven para nada. Yo no siento obligación o presión para hacer cosas o para aguantar las tontadas de una persona porque es mi pariente. No. Las pocas personas que tengo en mi vida es porque se lo han ganado. Tengo mucha familia que mantengo alejada porque no le traen nada positivo a mi vida. En ese sentido, a veces mi segunda familia, la que yo me formé, tiene más peso.

Eso sí, mis bases son muy fuertes, afortunadamente mis padres son gente excepcional. Son honestos, directos y trabajadores, seres humanos de inteligencia y cultura: justo el tipo de gente que me encanta. En eso me considero afortunado, porque ya tengo conmigo a quienes quiero tener. Solo me he dedicado a buscar a esas criaturas que complementan mi vida. Mamá y Papá Vacci son la onda.

Cuando conozco a gente rara como yo, con un sentido del humor que congenia con mi torcedura mental y que te dicen lo que piensan en tu cara, me encargo de integrarlos a mi vida. Son personas extremadamente valiosas y escasas en este mundo de mentiras y juegos. Esa es la parte de la humanidad que me da esperanzas para el futuro. Generalmente me interesa la gente creativa, atrevida, audaz y sobre todo con un toque de humanidad. Nada vale más para mí en este mundo más que un poco de compasión y empatía. Esa es una cualidad que me impresiona mucho y hace que me quiera acercar a una persona.

El problema es que yo soy un reflejo de cómo me tratan. Sé que debo ser mejor persona, porque así me educaron. El momento que alguien es grosero conmigo es el mejor momento de mostrar mi educación, pero a mí se me sale la bestia y mi educación sale volando por la ventana más cercana. Siempre doy el trato que se me da, sin dudarlo un momento. Honestamente disfruto mucho la cara de ofendidos que hacen cuando les das una probada de su propio veneno. Estoy consciente de que no debería causarme tanto placer, pero así es la cosa.

Entonces, cuando eres una persona simpática y educada, es lo que recibes de mí, soy el Mostro más dulce que te vas a topar, pero cuando quieres ponerte intenso o dramático conmigo, es cuando recibes mi lado más helado. No se me hace justo que pidas un trato especial cuando no estás dispuesto a darlo. Es una tontería creer que uno es tan especial que el mundo debe tirarse a nuestros pies y agradecer a Santa Gaga que nos tomamos la molestia de saber de la existencia de unos simples mortales.

Siempre recibirás de mí lo que das. El universo tiende a regresarte lo que le lanzas, así que cuidado con lanzar esas piedras, o ese veneno porque lo más posible es que se te devuelve y corras el peligro de salir descalabrado o ahogado en tu propio odio. Por eso trato de enviarle amor y cosas positivas al mundo, porque no quiero que luego me salga el tiro por la culata. Prefiero dejar al mundo mejor de como estaba cuando llegue a él.

Por eso muchas veces soy frío, la distancia me protege, el hielo en mi alma ayuda a no comprometerme emocionalmente con personas que no van a saber qué hacer con mi cariño. Porque a pesar de parecer fía, distante e indiferente soy una persona muy emocional. Cuando amo lo hago abiertamente y sin miedos y cuando algo me molesta lo digo sin tapujos. Eso de las apariencias nunca se me ha dado.

Bajo esa premisa: si te parece que soy indiferente contigo, ¿Por qué no te preguntas qué hiciste para merecer ese trato? Todo tiene una razón de ser y mi distancia siempre tiene un fundamento. Al final de cuentas seré muy Mostroso, pero debajo de toda fachada de piedra que puedo tener siempre hay un simple ser humano.

Y ustedes, hermanos, hermanas, ¿qué opinan? Compartan… si se atreven…

Saludos afectuosos.

Mostro.

2 comentarios de “Me dicen que soy frío…”

  1. Cuando una persona es sincera en sus sentimientos y no tiene miedo de decir lo que piensa , la gente se asusta porque quieren oír lo que ellos piensan , no lo que en realidad es, por eso lo tachan de desgracia do y mala onda y hasta grosero.

Deja una respuesta