Las prioridades en las personas

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#MostroVacci

Se me hace increíble ver cómo las personas priorizan las cosas. No cabe duda de que cada cabeza es un mundo y que todos tenemos nuestras propias ideas de lo que es más importante, pero hay gente que definitivamente no tiene vergüenza a la hora de escoger las cosas. He visto ejemplos de personas que tienen la lista de prioridades toda torcida y a veces hasta raya en lo ridículo.

Si me siento a hacer una lista de las cosas más importantes que tengo que asegurar en el día, descubro que para mí una de las más importantes es tener trabajo porque de eso vivo, con eso pago mi casa y mis gustos, entonces, para poder hacerlo, necesito un ingreso. Ya de ahí avanza mi lista: salud, amor, sueños, pasatiempos, mi gata, mi escritura, etc. Va avanzando hasta llegar a lo que considero que es lo menos importante, o lo que si no tengo, no me muero, como un combo de pollo del KFC.

Recuerdo claramente que mi ex tenía como prioridad uno ir a emborracharse los fines de semana, que en realidad no es problema, lo que me molestaba era que se gastaba todo su dinero en la pisteada y luego andaba pidiendo dinero prestado para salir la semana, o peor, perdía el celular o lo asaltaban y luego se iba a comprar otro, hubo momentos en los que estaba pagando hasta tres celulares al mismo tiempo por andarlos perdiendo en el antro. Inteligente. Lo peor de todo era que me decía que yo parecía un viejito de 60 años porque yo priorizaba pagar mi casa y tener un poco de dinero sobre todas las cosas, eso en sus ojos me hacía aburrido. No modo, a mí me deprimía la idea de salir cuando no tenía ni siquiera dinero para comprar comida.

Lo que me da curiosidad a veces es escuchar a gente que se queja de que no tiene dinero para nada, ni para salir, ni para comer ni para lavar su ropa a veces. Pasa, claro. Creo que todos nos hemos visto en una situación difícil en ocasiones, pero noto que algunas de esas personas sí tienen dinero para cosas como el licor, los cigarros o, mi favorita, la marihuana. Les importa poco comer, vivir o tener algo estable, mientras tengan con qué comprar su hierba están más que satisfechos.

No critico en sí que eso sea lo más importante para ti, eso es una decisión muy personal, y como dice el maricón “ahí tú”. Pero no me vengas con quejas de que la vida no te da suficiente o que no tienes dinero para nada mientras te la pasas comprando tus placeres. No se vale quejarse por las decisiones que tú mismo tomas. Si tienes dinero para comprar mota no te hace falta dinero. Me he topado con personas que prefieren estar fumando que comiendo, o que se la pasan llorando que no tienen más que 20 pesos y sin embargo, tienen una bolsa completa de marihuana que no puede faltar.

Eso del negocio de las lástimas como que no es lo mío. Tengo mucha empatía, pero la lástima no la conozco. Puedo ponerme en los zapatos de otros seres humanos, pero no andar de corazón sangrante por causas que ni al caso. Mejor empleo mi tiempo ayudando a esas personas que en realidad lo necesitan. Y peor aún, hay gente que te pide dinero, ¿aparte de todo, gorrón? Definitivamente no se vale, no es justo que yo tenga tres trabajos para que tú me pidas dinero “prestado” para fomentar tus vicios.

No hay nada que me moleste más que una persona llorona que se la pase cobrando en el negocio de las lástimas. Hay gente que pasa por momentos difíciles, y con gusto las ayudo, pero eso de andar haciendo la chillona para que otros sientan feo por ti y tomen responsabilidad de tus irresponsabilidades no tiene buena respuesta conmigo. Por eso a veces me dicen que soy muy frío, porque me niego rotundamente a ser manipulado por una historia trágica. Por unas lágrimas de cocodrilo y unos ojos apretujados en el afán de verse más rodeado de tragedia de lo que en realidad están. No logro conectarme emocionalmente con la falsedad y la mentira la huelo, es como el olor nauseabundo de un cadáver para mis sentidos, la detecto a millas de distancia.

Reitero: si estás en una situación difícil, tienes toda mi empatía, hasta te ayudo con lo que puedo, pero si estás en un aprieto por que decidiste que era más importante usar tu dinero en tus placeres y no en tus necesidades, me cuesta trabajo conectarme emocionalmente a tu situación. Resulta que cuando yo estoy en aprietos me las tengo que resolver solo y cuando tú tienes problemas, ¿ahí está este idiota que te saca de ellos? No lo creo.

Es el equivalente a darme una cachetada de ida y vuelta cuando me buscan para contarme esos problemas. Hay gente en el mundo siento abusada, asesinada, secuestrada o que tiene problemas severos que no sabe cómo empezar a resolver y que necesitan de mi ayuda y tú me buscas para conseguir dinero para tus cigarros. No se vale. No puedes esperar a que yo corra a depositarte al Oxxo para eso. Y al final de cuentas, ni saben agradecer el favor, sólo se hacen los indignados cuando no lo vuelves a hacer y te echan en cara que ya no eres el mismo de antes, ¡Pffft!

No es que tenga nada en contra de darte los placeres en la vida, sólo que sí les pido que se hagan responsables de ellos y que no esperen que yo cargue con ellos. Si vamos a jugar a ser adultos, hay qué hacerlo como adultos, ¿no creen?

Y ustedes, hermanos, hermanas, ¿qué opinan? Compartan… si se atreven…

Saludos afectuosos.

Mostro.

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