La cultura en México

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#MostroVacci

Las ideas de las personas son curiosas. Muchos estamos en la creencia de que lo que pensamos nosotros es lo que deben pensar los otros. Dice Anna Leonowens “La mayoría de la gente no mira el mundo como es, lo miran como ellos son”. Cuánta razón tiene. Muchas veces me topo con conversaciones donde la gente a fuerzas quiere que yo vea sus puntos de vista como algo definitivo. Desde opiniones personales hasta ideas religiosas.

No estaba enterado de que debía adaptarme tanto al mundo. Curiosamente cuando me topo con ese tipo de gente, no puedo evitar hacer mi cara de indiferencia, me mata del aburrimiento que la gente quiera que piense como ellos. Comprendo sus puntos de vista y los respeto, pero no quiere decir que estoy de acuerdo ni que cambiaré mi forma de pensar. Lo más chistoso es que se molestan cuando ven mi cara de sueño y me dicen que soy un cerrado mental. Ok…

En esa nota, he visto que culturalmente los mexicanos somos otro rollo. Si nos basamos en los memes de las banderitas somos lo peor. Igual cualquier comentario sobre nuestra cultura casi siempre es negativo, aparentemente la luz con la que nosotros mismos nos pintamos definitivamente no es nada halagadora. Incluso los refranes como “el que no tranza no avanza” proliferan en nuestra cultura como medios de comunicar nuestra frustración hacia nosotros mismos, aunque sean todos los demás que están mal, porque yo estoy bien.

He descubierto que los que más nos tiran, sobre todo a los mexicanos, son los mexicanos que han vivido en Estados Unidos. Cada rato escucho cómo la vida es mejor allá y cómo la gente es superior allá. Comprendo que es una cultura completamente diferente, pero tampoco me vengan a pintar que allá es el Edén, porque allá no hay crimen, ni corrupción, ni basura, ni gente tonta, ¿en serio? Se la pasan criticando a México y sin embargo aquí viven, pero se la pasan quejándose.

Como ayer. Estaba haciendo fila para pagar tres manzanas que me iba a llevar para comer en la escuela, había dos personas antes de mí con varias cosas que iban a pagar, por lo que la que estaba cobrando me dijo que me los saltara, a lo que le contesté que gracias, pero que prefería esperar mi turno. En lo personal detesto que la gente me brinque sin pedir permiso, sobre todo cuando te sonríen y te dicen que solamente van a pagar esto (mientras me enseñan los artículos) sin siquiera pedir permiso. Cuando llegué a pagar, me dijo la chica que era tonto porque esperé mi turno, que ya hubiera pagado desde cuándo. Considerando que no me ahorré tres minutos en lo que atendía a las otras personas, se me hizo medio raro el comentario, pero bueno. Ahora resulta que si no abuso de la gente, soy tonto, ¡vaya!

Lo más interesante es que al final de cuentas nuestra cultura, a pesar de ser tan estereotipada, es buena, tenemos buenos valores y somos gente trabajadora. Claro, tenemos errores, pero al final de cuenta muchos nos enfocamos en tener una buena vida, donde no molestamos a otras personas. No todos buscamos las tranzas para sentirnos importantes. No todos tiramos la basura por la ventana cuando vamos en el carro.

Como mexicanos creo que somos personas buenas. Muchos nos enfocamos en lo malo de tener una religión, pero hay gente que se beneficia de sus creencias (y no me refiero a los que se hacen ricos con ellas). No soy particularmente fanático de la religión, sin embargo, no dudo que haya gente que cree fervientemente en sus valores y en las doctrinas que ha adoptado de amor por Dios y por su prójimo. Siempre hay un baboso que abusa, claro, o un fanático que te hace querer salir corriendo y jalándote los pelos, pero estoy seguro que hay gente en este mundo que maneja unas creencias de paz y armonía.

El problema es que los malos actos son los que siempre sobresalen. Si hay un criminal en Estados Unidos y resulta que es latino, entonces todos los latinos somos malos. Si hay un violador entre los sacerdotes, todos los sacerdotes son malos. No. Hay hombres de la sotana que tienen buen corazón y buenas intenciones. Creo ciegamente que no importa como parezcan las cosas, sino cómo son en realidad. No se trata de hacer lo que parece bien, sino hacer el bien de verdad y de corazón. Eso es lo que hace la diferencia en el mundo.

Por eso me rehúso a creer en mi gente, en mis hermanos. Incluso dentro de la comunidad, ¿cuántos estereotipos hay? Entre nosotros mismos. No hay nada peor que un joto homofóbico. Comprendo que a veces es lo que nos han enseñado, pero llega un momento donde nosotros decidimos qué ideas adoptar en nuestra vida. No creo que por ser bisexual, trans o afeminado automáticamente bajes en la escala de valores del ser humano. Hay heterosexuales que roban, matan y violan, hasta donde yo sé. Sólo digo…

Entonces, como cultura, somo ricos en tradiciones bellas e interesantes, también tenemos el machismo inherente que al parecer no podemos deshacer aún, hasta de las personas más feministas que conozco. Eso de que el hombre tiene que ser la cabeza de familia se me hace chistoso, ya que siempre lo he escuchado de madres solteras. Como el otro día me dijeron que yo no sé hacer trabajos de hombre, ¿qué es eso? Cargar garrafones de agua, hacer mezcla, cambiar un tanque de gas (sus palabras exactas), entonces, por lo tanto, no soy hombre, al parecer. Lo chistoso es que sí hago todo eso en mi casa, solo que como no me miran, asumen que le pago a un macho musculoso para que lo haga por mí. Honestamente si le estuviera pagando a uno de esos, no estaría cargando mis garrafones… Jajaja.

Entonces, me rehúso a creer que esos valores se han perdido, me niego a creer que todos tiramos la basura en la calle, al cabo que alguien la tiene que recoger. Tengo las pruebas en mi mochila que tiene más basura que nada porque no quiero echarla al piso. Yo mismo he visto cómo las señoras echan la basura a su bolsa con tal de no contaminar. He visto cómo hay gente que ayuda a otros sin interés.
Claro, hay gente mala en el mundo, pero como decimos los mexicanos “en donde sea se cuecen habas”. Hay gente idiota en todos lados, pero creo firmemente que la mayoría somo personas buenas, y, aunque, a veces tropecemos, en lo general buscamos hacer las cosas bien. Yo he tenido la oportunidad de robar y otras cosas malas, como tomar venganza de alguien, pero he preferido no hacerlo. Honestamente duermo muy a gusto para andarme preocupando si me van a llevar preso por andar haciendo estupideces.

Creo que al final del día somos una cultura bella, creativa y variada. No somos perfectos ni nada parecido, pero somos personas trabajadoras y honestas que sólo buscamos vivir en paz. Que lo negativo es lo que siempre sobresale no es algo que podemos controlar, y sin embargo, definitivamente no es algo que nos define.

Y ustedes, hermanos, hermanas, ¿qué opinan? Compartan… si se atreven.

Saludos afectuosos.

Mostro.

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