¿En realidad ocupamos ser tan sangrones?

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#MostroVacci

Somos humanos. Gran sorpresa. Por lo tanto tenemos una cultura que nos rodea y la adoptamos a como mejor nos conviene. Son armas de supervivencia que agarramos de nuestro alrededor. Nos ayudan a sobrellevar situaciones difíciles y a darle sentido a la vida en general. Desde un refrán que pasa conocimiento hasta la clásica expresión que usaba tu madre para determinadas situaciones.

Como ambiente, tenemos nuestras propias expresiones. Nuestra manera de comunicarnos e identificarnos con nuestros hermanos y hermanas. Lenguaje secreto. De hecho el otro día en mi nuevo trabajo usé la palabra «buga» y nadie supo qué significaba. Una buena oportunidad de enseñarle a otras personas nuestro lenguaje. Estuvo interesante.
 

Lo que he notado desde que era un chico joven y que ha sido común hasta ahorita que soy un anciano decrépito de 33 años es que nuestro idioma tiende a ser muy despectivo. Comprendo que como mexicanos tendemos a hacerle burla a todo, es una de las maravillas de ser parte de ésta cultura, sin embargo, a la hora de dirigirnos hacia nosotros y entre nosotros usamos palabras muy odiosas como «ella» o «pasiva».

Incluso utilizamos palabras despectivas para clasificarnos entre nosotros mismos. «Gorda» es una que he escuchado mucho mientras que «jota» la aventamos como si fuera veneno. Considerando que la misma bandera que nos representa se supone que promueve la diversidad, se me hace un poco contradictorio que dentro de nuestros mismos círculos exista semejante discriminación.

Comprendo perfectamente que hay gustos. A mi la gente morena me gusta más que la blanca y la gente pasada de peso se me hace más atractiva. Un poco de carne en los huesos despierta mi interés. A unos les gustan flacos, o con barba, a otros, afeminados y delgaditos. Toda un gama para escoger. Lo que no se vale es que desprecies los gustos de otras personas. Tengo una amiga que siempre que le menciono  que alguien me gusta, hace una cara de asco. Personalmente, los tipos que a ella le gustan se me hacen horribles, pero estoy seguro que algo deben tener que despiertan su interés. Son sus gustos y los debo respetar, pero al parecer, los míos son irrelevantes.

Es aquí donde entra mi segundo punto: si no te gusto, no necesitas insultarme. Al final de cuenta somos humanos y sentimos, ¿cuál es la necesidad de ser sangrón y decirme que estoy bien requete feo? Puede ser que no te atraiga, y es válido, pero a otros hombres sí les voy a gustar.

Una vez me comentó un amigo que hizo una cita en una app con un tipo. Llegó al lugar acordado y cuando no llegaba el individuo le marcó. El hombre le dijo que sí había ido pero que vió que estaba «bien pinche gordo» y que mejor se fue. Mi amigo estaba super triste por lo que pasó. No porque le recordaron que es gordo, sino por lo mala onda del comentario.

Incluso en las apps como Grindr, se leen los comentarios mega despectivos cuando alguien dice hola y le responden con un adiós jota o que les hacen plática para terminar con una grosería, hasta se nota que era el propósito de la conversación: ser odioso.

¿En realidad es necesario? ¿No es suficiente con decir, no gracias y tener algo de humanidad, o es tan poca tu autoestima que necesitas hacer menos a otras personas para sentirte bien? Quizá sea eso. En realidad no lo comprendo del todo porque cuando le he preguntado a las personas que lo hacen se ponen muy defensivas y generalmente comentan algo así como «no tengo por qué hablar con la chusma» o algo parecido, como si el ser diferente automáticamente te hace menos valioso como ser humano. Curiosamente es lo que muchos heterosexuales hacen con nosotros: nos descartan por nuestra orientación sexual automáticamente sin conocernos. Cuando eso pasa nos ofendemos y manifestamos nuestro repudio por esas conductas discriminatorias, hasta tenemos amigos que nos defienden apasionadamente, y luego nos damos la vuelta y hacemos lo mismo con nuestra propia gente. Wow.

Lamento decirles que como seres humanos somos iguales. Seas rico, pobre, gordo, flaco, blanco, moreno, activo, pasivo, gay, bisexual y todas las letras que representa ese + en las siglas de LGBT+, son un montón, pero la idea principal es que somos una gran diversidad y, por lo tanto, todos nos aceptamos como diferentes, al final de cuentas y aunque les arda a muchos somos todos seres humanos.

Así que piénsalo bien antes de hacer menos a otro ser humano, sobre todo a un hermano de la comunidad. Creerás que ser quien es uno habla mal de esa persona, pero el ser odioso, venenoso y despectivo en realidad habla mal de tí. Delata lo poco que te quieres y lo dispuesto que estás a pisotear a otras personas con tal de no sentirte tan inseguro. Un complejo de superioridad no es más que un complejo de inferioridad enmascarado.

Creo que ya hay suficiente odio en el mundo como para agregarle el mío. El enemigo nos ataca desde afuera, ¿es necesario que haya peleas desde adentro también? Considera que cada semilla de odio que plantes, crecerá para ser un árbol de frutos venenosos que tendrás que comerte un día.

Una cosa es decir «yo valgo mucho», pero otra es decir «yo soy más que tú».

Y ustedes hermanos, hermanas. ¿qué opinan? Compartan… si se atreven.

Saludos afectuosos.

Mostro.

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