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La gente a veces puede ser muy engañosa. A través de los años he conocido personas que por fuera son muy buenas, sus palabras son muy positivas y agradables, pero sus acciones son otra cosa, son oscuras, tramposas, deshonestas y malas. He tenido la fortuna de poder afinar mi radar para detectar la doble cara a distancia y generalmente soy muy acertado gracias a mi capacidad de observación, pero vaya que me ha costado lágrimas en el pasado. Definitivamente tengo las cicatrices de esas experiencias, pero con ellas también gané la sabiduría…
Definitivamente no puedes dar lo que no tienes. Hay gente que es muy caritativa y amorosa que da mucho. Esas personas en realidad son escasas, pero sí existen: me consta. En realidad la mayoría que he conocido esconde su egocentrismo tras una máscara de filantropía que me hace ser muy escéptico a la hora de confiar en otros. Si tu corazón tiene mucho amor, felicidad y buenos deseos, lo puedes compartir con el mundo, pero cuando hay amargura, sarcasmo, resentimientos y odio, tus acciones no pueden ser honestas y caritativas. Por más que las quiera uno presentar como tales, lo que traemos por dentro siempre va a salir a la superficie.
Como esas personas que pregonan su religión como si eso los hiciera buenas personas. He visto muchos ejemplos donde critican mi forma de vida, mi orientación sexual, mi decisión de no querer hijos, mi elección de mantenerme alejado de la religión o mi forma directa de expresarme como cosas negativas, resulta que toda mi existencia es un boleto directo al infierno simplemente por no ser como ellos. Honestamente, he visto que la gente que en realidad tiene a un ser superior en su corazón, es gente muy respetuosa y no se la pasa escupiendo odio hacia otros. La gente más falsa es la que dice que es seguidora de Dios y que si no hago lo que ellos hacen estoy condenado (al parecer sus pecados no serán juzgados). Échenle ganas.
O las personas que juran de un lado a otro que son tus amigos, pero a la primera oportunidad aprovechan para perjudicarte, se la pasan repartiendo chismes o rumores y usan tu confianza para causarte daño. Quizá sea por envidia, coraje o porque simplemente no saben hacer otra cosa. Ese es el tipo de personas que generalmente no tienen amigos, porque en cuanto conocen a alguien, se los ganan con su carisma y su generosidad apartente, pero al final tienden a ser problemáticos y siempre terminan causando conflictos y la gente se aleja. Como alguien que conocí que hasta su casa me ofreció para vivir y terminó siendo una persona horrible que se esmeró en causarme problemas y creo que va a morir frustrada porque fracasó miserablemente cuando los dramas que trajo a mi vida se apagaron como una flama débil.
Hubo alguien que cuando lo conocí fue un patán conmigo. OK, no quieres ser mi amigo, mensaje captado. Después, cuando descubrió que tenía utilidad me buscó e hizo una amistad conmigo. Terminada dicha utilidad y habiendo descubierto que conocíamos a gente en común y que todas sus mentiras podrían salir a la luz, se alejó de mí, pero no sin querer dejar su marca. Resulta que en una fiesta conocí a alguien muy interesante y quedamos que íbamos a empezar a salir porque el interés era mutuo, hasta que me enteré que le había dicho éste hombre que yo lo acosaba y que era mejor alejarse porque habría problemas. Vaya, me agarró por sorpresa saber que acosaba a alguien con quien ni hablaba, pero bueno, cada quién…
Digo, no es que yo sea una pobre e inocente víctima. He sido en varias ocasiones la persona odiosa y amargada que solo reparte los resentimientos almacenados en mi interior. Por eso los reconozco cuando los veo. La diferencia es que ahora que no guardo los sentimientos negativos, la perspectiva que tengo del mundo es muy diferente. Ahora todo lo que tiene que ver con dañar o con la venganza me da una flojera enorme. La violencia y la idea de atacar a otros seres humanos me deprime, para ser honesto. Antes, por traer tanto odio dentro de mí, quería que el mundo ardiera, pero ahora comprendo que era por que como me sentía rechazado, prefería rechazar primero al mundo. Ahora, como solo quiero paz en mi vida, quiero paz para el mundo. Los ejemplos que he contado no son críticas, sino experiencias que me han ayudado a escoger el tipo de hombre que quiero ser.
Por otro lado, he visto ejemplos impresionantes de gente que rhan restaurado mi fe en la humanidad. Una amiga que )sin comentarle a nadie más que a mí), le lleva comina a las personas que viven en la calle. No hace campañas ni pide ayuda, simplemente cocina con su familia y les lleva algo para comer. Otras que comparten su fe con otros sin estar presionando a que se unan a su religión ni que adopten su forma de vida, individuos respetuosos que comparten sus experiencias y conocimientos y quieren compartir su propia experiencia para ayudar a otros a no sentirse tan perdidos.
Estas son las personas que me impresionan más, porque no ganan nada más que una satisfacción personas al extender su mano haca otros sin hacer una campaña en Telemundo anunciando a todos lo que hacen con una sonrisa falsa, porque los que en verdad quieren hacer algo por otros simplemente lo hacen y ya. El mundo en realidad no se entera de esos individuos que en realidad hacen una diferencia, aunque sea momentánea en la vida de otros. Esos que alegran la vida de alguien que desesperadamente la necesita. Son escasas pero reales, las he visto. Es el nivel de humanidad que me gustaría alcanzar en vida, aunque mi lado egoísta no deja de mostrar su horrible y deforme cara y me invita a pensar en mí mismo, es mi lucha constante.
Estas personas son la inspiración. El mismo ejemplo que muestra que solo puedes dar lo que tienes. Que cuando tienes belleza por dentro, sale a relucir en tus acciones y nos recuerdan que cuando la bondad es de dientes para afuera, tarde o temprano el veneno sale a relucir y la falsedad se nota tanto como una llaga infectada en la cara. La vedad siempre se revela al final.
Es lo que me ayuda a explorar frecuentemente mi corazón para asegurarme que haya cosas buenas en él, para poder compartirlas con el mundo. Creo que ya hay suficiente negatividad y que es necesario contrarrestarlo con un poco de amor, tanto propio como hacia los demás.
Y ustedes hermanos, hermanas, ¿qué es lo que guardan en su corazón? Compartan… si se atreven…
Saludos afectuosos.
Mostro.