Cuando los padres no cuidan a sus hijos…

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#MostroVacci


No todos queremos tener hijos. Quizá sea una realidad fea para muchas personas, pero no es menos cierto. No todos tenemos la aspiración de criar niños y vivir esa experiencia por más que otros nos quieran convencer de que es algo que deberíamos desear. Yo me hice a la idea de que no quiero tener descendencia simplemente porque eso es algo que no me interesa, por lo tanto, los hijos no están dentro de mis planes ni a corto ni a largo plazo.

Definitivamente conozco a varias personas que no deberían tener hijos. Desde los más desentendidos hasta los que son descaradamente abusivos. Y esa maña de la sociedad de andar regando crías aquí y allá se me hace tan tonto que me marea pensar en ello. Al parecer es de hombrecitos hacer hijos, ignorarlos por completo y dar trescientos pesos al mes para mantenerlos mientras se quejan de lo arpía que es la madre. Eso es lo socialmente aceptable mientras que me critican de egoísta a mí que decido no rega mi semilla para que crezcan añorando un padre que nunca tendrán para que terminen repitiendo el ciclo. Paso.

Y lo peor de todo, los argumentos que me dan para convencerme. Eso de que quién me va a cuidar cuando esté viejo, como si tener un montón de hijos te garantiza que te van a cuidar. Me cuido yo solito, gracias. O mi favorito: hay qué continuar el legado. Ni que fuera de la realeza. Tener descendencia para que mi apellido no muera se me hace tan vacío que hace que me llame menos la atención hacerlo. Tengo muchos primos y parientes con capacidades reproductivas que pueden mantener el nombre real vivo, gracias.

Lo que me hace más renuente es que luego que ya los tienen aquí, ni siquiera se molestan en cuidarlos ni educarlos. Como el otro día que iba en el transporte había una mujer con los dos hijos más enfadosos del mundo, iban gritando, peleando entre ellos, repitiendo la misma exigencia de que querían agua con el fin de conseguirla al instante, todo mientras el transporte lleno de gente era taladrada en los oídos con el ruido de las dos criaturas, eso sí, con la mamá orgullosa de sus angelitos y el desastre que estaban haciendo. No le importaba que todos los que íbamos en camino a casa estábamos siendo torturados, pisados, pateados y aturdidos por dos niños que parecían pericos en anfetaminas. Sobra decir que en todo el camino, su madre no les dio ninguna indicación de que se calmaran o siquiera bajaran la voz.

El problema es que si les dices algo a ese tipo de personas, se ofenden profundamente y se ponen muy agresivas. Mientras sus retoños molesten al mundo, no hay problema, pero no les digas algo a ellos porque arte Troya. O peor, si van a enfadarte directamente y no te pones a platicar con ellos, te quieren regañar. En lo persona, yo prefiero no conversar con niños que no conozco, pero luego los papás quieren que los mantengas entretenidos con tal de que no les interrumpan su tiempo de calidad con su celular. Cansado estoy de ver esos ejemplos porque al final de cuentas les enseñan que sus necesidades sobrepasan cualquier necesidad o preferencia ajena y eso les afecta profundamente cuando llegan al mundo real donde mamá no puede defenderlos.

Con la vez que estábamos en la boda de una amiga, había un niño que nadie soportaba. Era tan enfadoso que todos los que se sentaban junto a él, salían corriendo a los pocos minutos. Cuando acabó con mi paciencia lo mandé a la mesa con su mamá y solo escuché que le dijo el esposo que fuera a enfadar a los de la otra mesa, que no podía estar ahí con ellos porque daba mucha lata. O sea que otros tenían que soportar al demonio que ellos mismos habían creado y que ni siuiera aguantaban. Era el colmo. Lo siento por el niño porque toda la vida va a sentir ese rechazo, pero es el resultado de la educación que sus padres le han dado.

Y no, no me siento mal por no querer cuidar hijos ajenos, ni por se impaciente con gente que no conozco. No es mi responsabilidad cuidar a los niños de otros. Por eso mismo no quise tener hijos yo, para no aguantarlos. Menos por los de otros. No, no tengo que cuidarlos, no, no tengo qué platicar con ellos y no, mucho menos tengo que ser tolerante ante la falta de educación que les han inculcado. Claro, hay unos muy agradables y educados, pero cada vez veo unas divitas mal criadas que se sienten el centro del universo, y me refiero a padres e hijos por igual. Si estoy disfruntando un momento agradable, no me pidas que cuide a tus niños porque no son mi responsabilidad mientras tú platicas.

Y así como ustedes tienen derecho a disfrutar los parques y los lugares públicos con sus hijos, yo tengo derecho a disfrutar los mismos lugares sin ser molestado. No me meto con ustedes y honestamente no entiendo cómo toleran que sus pequeños vayan y molesten a otras personas y luego digan que solo son niños. No nos enojamos con ellos, nos enojamos con ustedes por irresponsables y desagradables, sobre todo porque en el futuro, cuando sus crías crezcan van a creer equivocadamente que el mundo les pertenece y solo van a repetir el comportamiento de ustedes y van a esperar que todos nos dobleguemos a sus deseos. Es como ese vecino que pone la música a todo volumen solo para mostrar su prescencia, es patético y molesto, pero si nos atrevemos a decirles algo, en vez de entender y dejar de hacerlo, le suben al volumen para molestar más y luego dicen que no les importa. Esa nueva generación de patanes que están formando va a tener muchos problemas en el futuro.

Padres, madres, cuiden a sus hijos y no esperen a que otros lo hagan. Edúquenlos para que respeten a otros para que reciban el mismo trato y no esperen que el mundo les haga reverencias. Yo comprendo que es pesado ser padre de familia, pero al momento de yo decidir no serlo, se me debe respetar esa decisión así como yo respeto que ustedes deciden procrear. No esperen tratos especiales por reproducirse porque no los hace especiales, sobre todo cuando ni ustedes mismos los aguantan. Cualquiera puede engendrar, pero no todos tienen la capacidad de criar y educar.

Hagamos gente productiva para la sociedad y no solo patanes que creen que son dueños del mundo, de esos ya tenemos muchos…

Y ustedes hermanos, hermanas, ¿qué opinan? Compartan… si se atreven…

Saludos afectuosos.

Mostro.

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