Mi frase favorita. Siempre que alguien me va a decir algo completamente irrespetuoso, mala onda, o grosero, resulta que la empiezan con el clásico “con todo debido respeto”, y luego la terminan con el comentario más odioso que se les ocurre. Al parecer, prefijar una irracionalidad con la máscara del respeto es una buena manera de esconder el hecho de que acabas de decir una bestialidad. Es bueno saberlo…
Yo sé que éste es el momento cuando debo hacerte una carta donde te reclamo todas las cosas que hiciste mal y recordarte todo lo que te odio y lo enojado que estoy contigo…