Me encanta la gente que ha encontrado su tranquilidad espiritual. El llenar el vacío existencial de una manera positiva siempre se me ha hecho algo muy interesante y agradable. Muchos lo hacemos a través de la comida, el sexo o con el licor, tratamos de sustituir nuestras carencias con los placeres mundanos que eventualmente, a muchos nos dejan sintiéndonos aún más solos y profundos en el abismo. El sentirse acompañado, amado y comprendido puede ser una experiencia maravillosa para el ser humano…