Soy feo pero quiero una buenota…

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#MostroVacci

Al parecer, los seres humanos cargamos con un autoestima tan alta que casi estaría clasificada como una enfermedad mental. Está bien, debemos amarnos tal como somos y valorar lo que tenemos y todas nuestras virtudes. Estoy a favor de tener un buen concepto de uno mismo, pero una cosa es autoestima y otra es esquizofrenia. He notado que hay mucha gente que siente que nadie les llega y que son completamente inalcanzables. Eso de irse hasta el otro extremo puede ser peligroso porque puedes arriesgar quedarte solo porque nadie está a tu altura o que te tumben los dientes por arrogante.

Hace un tiempo, estaba escuchando una conversación entre dos varones. Resulta que estaban zorreando a una chica que iba caminando por los pasillos del trabajo y estaban evaluando si su belleza era digna de su atención. Sobra decir que ambos estaban más feos que los intereses que me cobran por mis deudas, pero eso no evitó que uno de ellos dijera que si la chica tuviera un poquito mejores las nalgas, que entonces le pondría atención…

Para serles honestaos, yo me puse a buscar las cámaras, porque alguien me estaba haciendo una broma. En serio, para hacer ese comentario el tipo tendría que ser hermoso, rico, carismático, simpático y estudiado, y déjenme decirles que ni la primera categoría cumplía. Era feo, pedante, sin chiste y lo único que lo salvaba era que el otro estaba más feo que él. O sea, dos esperpentos diciendo que una mujer que ni en el mapa los ubicaba necesitaba mejorar su cuerpo para que ellos le hicieran caso. Ya quisieran que semejante belleza volteara a verlos aunque sea para reírse un poco, pero ni para eso le sirvieron.

Honestamente, gente: si vamos a pedir perfección en una persona, hay que ofrecerla. Siempre estoy viendo casos donde critican a otros por esto o aquello cuando no siquiera nosotros cumplimos con eso. Los gordos criticando a los gordos, los gays siendo homofóbicos y una larga lista de etcéteras que puedo escribir una enciclopedia completa con tomos y todo. Es una vergüenza ver cómo un ser humano hace menos a otros basándose simplemente en su apariencia física.

Tengamos en cuenta que no podemos exigir lo que no podemos dar. No pidamos fidelidad en una relación cuando andamos brincando de cama en cama y sobre todo acusando a nuestra pareja de andar haciendo lo mismo, tengamos congruencia, gente. La hipocresía es un asesino de credibilidad, porque cuando la verdad sale a la luz, no solo quedamos como idiotas. Sino también como mentirosos. Y eso es algo muy triste.

A mí me ha pasado que me critican por ser feo, porque soy pelón (lo que más he escuchado es que me vería más guapo si tuviera pelo, como si yo amanecí un día y dije “a partir de hoy quieo ser calvo”), porque tengo los ojos chuecos, porque soy gordo, me han dicho que mi sonrisa da miedo, que tengo la voz muy rara, etcétera, aunque lo que más me han criticado es que a pesar de ser hombre, no soy la clásica representación de la masculinidad porque no intento esconder quien soy. Incluso una vez un señor cincuentón me dijo que dejara de verlo con lujuria, y el tipo estaba tan feo que casi se me quita lo gay…

Entonces, ¿por qué será que la gente más horrible es la que más exigente se pone? Y no me refiero a lo físico solamente. Resulta que todos los patanes que conozco, que tratan a los demás con la punta del pie son los que quieren a la gente más noble. Igual con las mujeres, las que son más malas, metiches y arpías son las que exigen un hombre guapo, rico y que haga lo que ellas quieren. No le encuentro sentido. Porque si eres una persona fea por dentro, por más hermosa que seas por fuera, lo podrido sale y contamina el resto.

Entonces, ¿cómo calificamos nuestro valor y cómo le ponemos un valor a lo que merecemos? Definitivamente nosotros nos vamos a ver en una luz más favorable de lo que otra gente lo hace, pero seamos realistas: somos seres humanos imperfectos, con defectos y demonios en nuestros clósets que nos hacen dudar hasta de nuestra misma salud mental y no podemos estar buscando a otros seres humanos perfectos porque en el extremo caso de que existieran, estoy seguro que estarían buscando a otros seres perfectos, por lo que nunca nos harían caso.

Dejemos de romantizar la idea de que vamos a encontrar a alguien que sea completamente compatible con nosotros. Siempre va a haber desacuerdos en todo tipo de relaciones, y en cierta manera, es parte de lo que las hace interesantes porque nos da la oportunidad de conocer profundamente a otras personas y de explorar cosas que uno nunca hubiera imaginado. El estar con alguien que es igualito a ti puede ser muy aburrido, ya que no tendrían nada nuevo de qué hablar. En lo personal, el hecho de que mi pareja y yo seamos tan diferentes es lo que más me gusta porque nunca se nos acaban los temas para platicar y podemos hacerlo durante horas.

Y sobre todo, cuando dejemos de fijarnos en las cosas triviales y comencemos a ver el poder del potencial humano es cuando podremos abrir nuestra mente hacia otras posibilidades, porque quizá la chica a la que le faltaba un poquito de nalguitas para ser perfecta, pudo haber sido la mujer más interesante y linda que hubiera conocido en su vida, pero como se centró en lo que le “faltaba” y por lo tanto, la descartó, la experiencia simplemente se perdió.

No hay peor ciego que el que no quiere ver ni nada más triste que una mente cerrada.

Y ustedes hermanos, hermanas, ¿qué opinan? Compartan… si se atreven…

Saludos afectuosos.

Mostro.

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