¡No eres nadie!

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#MostroVacci

Esas son las palabras que me dijo alguien en mi primer video de TikTok. Curiosamente han sido palabras que he escuchado toda mi vida de una u otra forma. Definitivamente representan lo que muchas personas opinan de mí. Reflejan el mismísimo veneno de sus almas y una gran necesidad de atacar mis estructuras personales (aunque el propósito aún no me es del todo claro), al parecer al socavar mi existencia y mi trabajo, será más fácil elevar su propósito en la vida.

Lo que al parecer mucha gente parece ignorar es el hecho de que sus opiniones en realidad nunca fueron solicitadas. Se me hace curioso cómo la gente siente la necesidad de decir lo que piensa en todos los aspectos, cuando en realidad no es necesario. No es de vital importancia saber el punto de vista de todos, especialmente si eres una de esas personas que tiene qué meter su cuchara en todo.
Entiendo. En mi mente mis opiniones son las más importantes, pero estoy consciente de que no son tan relevantes en el resto de la humanidad. Lamentablemente no todos entendemos ese concepto y queremos verter nuestras ideas en otros, ya que es absolutamente necesario que sepan lo que pasa por nuestras mentes para que sigan el camino correcto. Es como mi amigo que una vez vino a visitarme y me dijo que iba a acomodar mi casa para que se viera mejor. Salió corrido casi al instante.

Es casi algo tan corriente como llegar a la casa de alguien y decir que huele a perro. Casi. Honestamente, no creo que me vaya a topar con un ejemplo tan claro de “mis opiniones importan” que ese.

Entonces. Cuando me llega ese mensaje me hizo pensar bastante, ¿en realidad estoy preparado para el nivel de odio que voy a recibir por compartir mis ideas? Para ser honesto no lo sé, el tiempo lo dirá, porque aunque digo que no me importa lo que digan, las palabras pueden afectarme aunque no sea de forma inmediata.

Y sí, tienen razón: no soy nadie. Solo soy un ser humano que comparte sus experiencias, sentimientos, temores e inseguridades. No hago nada más que mostrar que tenemos cosas en común y la forma en que veo la vida y las situaciones cotidianas. No soy más que una persona que cuenta historias y hace observaciones. No me meto con nadie y trato de evitar esparcir odio y negatividad porque creo que el mundo ya tiene suficiente de eso. No tengo interés en ser una celebridad, solo que la gente conozca mi mensaje e historia y que pueda aprender de ella. Quiero escuchar las diferentes experiencias y aprender de ellas. Para mí es lo más interesante.

Entonces, analicemos un poco: si sentimos la necesidad de atacar aquello que no comprendemos, quizá diga más de nosotros que nada. El querer destruir lo que nuestra mente no comprende es algo muy triste porque automáticamente cerramos las puertas a la oportunidad de aprender y crecer como seres humanos, ¿acaso no podemos sentarnos a platicar sobre política, religión, sexualidad y otros miles de temas “intocables” sin terminar peleados? ¿es tanta nuestra estrechez de mente que no podemos escuchar puntos de vista que difieren de los nuestros sin sentirnos atacados? El hecho de que alguien te diga lo que siente o lo que creé cuando se lo preguntas no es que quiera cambiar tu opinión ni es un ataque contra tu integridad. Es una gran oportunidad de ver esa perspectiva particular y quizá hasta reforzar tus propias opiniones. De uno depende qué hacer con ella.

Si no comprendes mi misión con estos escritos, es válido. Si para ti no tiene sentido, no hay problema. Tienes la libertad para no leerme. Si hay dudas o quieres saber más al respecto, tienes cómo contactarme. Pregunta, siéntete libre de compartir tus experiencias y perspectivas. Ya que si tienes la necesidad de ser una persona negativa y mandar odio, pregúntate por qué es así antes de hacerlo. Cuestiónate cuál es el propósito de atacar y si puedes, evita hacerlo. No le traemos nada bueno al mundo con nuestra mala intención. Y si en realidad te gusta lo que hago, compártelo. Quizá le ayude a otros seres humanos a entender cosas que antes eran más complicadas. En realidad, es raro saber el alcance de nuestras acciones, pero eso no lo hace menos real.

Y dudo bastante que enlistar mi currículum sea algo relevante para lo que intento lograr. No creo que me haga más o menos válido como ser humano el tener preparación profesional. Al final de cuentas quiero ayudar a otros y eso (siento yo) que es lo más importante.

Y como siempre he dicho: Soy todos, soy nadie, soy Mostro…

Haz con eso lo que gustes…

Saludos afectuosos.

Mostro.

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