Mi incontrolable atracción hacia todo

claricelecter@hotmail.com

#MostroVacci

Soy un pirujo. Voy por las calles viendo todo lo que usa pantalones y babeo. No puedo evitarlo. Todos los hombres se me antojan, sin importar si son guapos o feos, gordos o flacos, limpios o sucios. Ningún factor es importante para descartar, si eres hombre, seguramente me siento atraído hacia ti.

No importa si eres o no mi tipo. Al parecer no tengo gustos ni criterios para sentir atracción hacia una persona. Si tiene pene, lo deseo y ya, o al menos es lo que al parecer piensan los hombres que me rodean. A ellos les han de gustar todas las mujeres habidas y por haber y nunca se han de fijar si son atractivas para ellos o no.

Hace unos años en un trabajo hice amistad con un chico. Era a todo dar, casado, guapo, pero lo que más me agradaba de él era su seguridad sexual. El tipo podía tener una conversación completa de sexo, preferencias y estereotipos sin sentirse amenazado y, sobre todo, acosado. Considerando que tenía 21 años en ese tiempo se me hacía que manejaba una madurez y apretura interesante. Lo curioso es que en una conversación supe que su hermano, que trabajaba en la misma empresa, le dijo que yo le “tiraba el perro”. Yo la verdad ni ubicaba al tipo y eso le dije a mi amigo. Caso olvidado.

Hace poco, cambié de trabajo y me topo al mismo chico, nos saludamos muy contentos y me presentó a su hermano, que estaba sentado a su lado. Le pregunté si era el que yo andaba acosando y al decirme que sí le comenté que en mi vida lo había visto y que no le tiré el perro. Los dos nos reímos mucho y el hermano se puso colorado.

Resulta que cuando saludo a un hombre o simplemente soy amable, le estoy lanzando mis rayos de arcoíris en espera de que sepan que son mi eterna fantasía y que no descansaré hasta tenerlos entre mis brazos, o entre mis piernas. Mis deseos incontrolables me orillan a ofrecer mi cuerpo para que satisfagan sus necesidades primitivas sexuales. Mis fantasías se ven plagadas por imágenes de su cuerpo y no podré dormir hasta obtener lo que quiero, hasta que….

¡No seas mamón! No es posible que la gente sea tan estúpida. Es increíble que una sonrisa es el equivalente a “le gusto”. Sé que las mujeres pasan por eso, que por sonreír ya automáticamente se transformaron en una ninfómana que no se puede contener, pero honestamente, como dice la Trevi “si te saludé fue pura cortesía”. Si en realidad me gustaras me pusiera nervioso y actuaría diferente, no te saludaría tan abiertamente.

Así que si sabes que uno es gay y te saluda o te mira, no es una invitación a tener una noche de pasiones prohibidas, a veces un saludo es un saludo. No lo interpretes como “a éste joto le he de gustar” porque en mi caso, te aseguro que a éste joto no le gustas, simplemente estás platicando con alguien que me caed bien y no quiero ser grosero al saludarlo e ignorarte como muchos lo hacen o simplemente estoy viento al tipo que está detrás de ti que en realidad se me hace atractivo. No te sientas tan bueno.

Otra cosa. Si cumples con los estándares de la sociedad y estás muy buenote, no quiere decir que el mundo te desea, no seas idiota. A unos nos gustan los gorditos. Hay muchos gustos para muchas formas de cuerpos y todos tenemos derecho a que nos guste lo que nos gusta. No hay que ser tan sangrones y juzgar a la gente que no te gusta o a la que no le gustas tú. Dicen que siempre hay un roto para un descosido.

“Don’t hate, participate” (no odies, participa), es lo que dicen muchos, muy acertadamente, enfócate en lo tuyo y deja que yo ame y desee lo que yo quiera, al final de cuentas ni siquiera te afecta. Personalmente la gente morena y con curvas se me hace más atractiva a mí. Yo soy gordo y feo pero le gusto a mucha gente. Es la maravilla de que haya tanta variedad en el mundo, que todos podemos escoger lo que más nos gusta, ¡qué rico!

Hay un estereotipo de promiscuidad en el ambiente. El mundo creé que nos vemos, nos acostamos y ya. Sé que no es cierto porque habemos aquellos que tenemos pareja durante años y somos felices de esa manera, los hay promiscuos, hay otros que experimentan y otros que ni siquiera se animan. Creo que al final de cuentas lo que haces con tu cuerpo es asunto tuyo y punto. Si quieres andar de cama en cama que le importe poco al mundo. Al final de cuentas nos van a poner en la luz que quieran. Cada uno de nosotros debe saber lo que es y lo que vale.

Así que disfruten de su vida, y de lo que el mundo ofrezca, no se dejen intimidar por la gente que creé que es un orgasmo andando y sean amables, si el mundo lo malinterpreta, eso habla más de ellos que de nosotros.

Y ustedes, hermanos, hermanas, ¿se han visto en esas situaciones?

Compartan… si se atreven.

Saludos afectuosos.

Mostro.

Deja una respuesta