Las palabras que te matan

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#MostroVacci

Las palabras son un invento maravilloso. Un código extenso de sonidos que nos ayudan a expresar lo que sentimos y lo que queremos comunicar, desde lo más sencillo como un hola hasta lo más complicado como maldecir al mundo cuando te pegas en el dedo chiquito con la pata de la mesa mientras pegas de brincos. Salen de nosotros con una fluidez increíble, sobre todo cuando estamos enojados, es cuando somos hasta poetas y lo más importante, constantemente estamos inventando palabras nuevas para describir objetos: ¿Me pasas el deste?

Pero, como todo, son un arma de doble filo. Ustedes que me conocen ya se imaginaban que esto no era un análisis de la belleza de las palabras, sólo era cuestión de tiempo. A veces las mismas expresiones de nuestros sentimientos se convierten en dagass que hieren profundamente a quien las recibe. Es el peligro de tener el poder de las palabras en tus manos. Es como un carro: en las manos equivocadas pueden ser mortales.

En estos días he estado pensando en el alcance que tienen dichas herramientas de expresión y en lo profundo que puede ser el efecto que tienen en nosotros. Si son usadas adecuadamente, pueden levantar el autoestima, demostrar amor, incluso salvar una vida; sin embargo, el mal uso de ellas puede tener consecuencias cataclísmicas. A veces un par de afirmaciones insignificantes pueden llegar hasta lo más profundo del alma y quedarse ahí en la oscuridad, germinando, creciendo y expandiendo su veneno, listas para explotar y matar todo lo que toca.

Tomando un viaje por el lugar en donde viven mis demonios, lo más profundo de mi mente, descubro que aún almaceno una que otra expresión ahí. En el transcurso de mi vida me he visto como receptor de muchas lanzas venenosas que en su trayecto llegaron ahí, se plantaron en la tierra y continúan haciendo que el aire que las rodea sea tóxico. Palabras matan2Logran colorear mi percepción del presente, sutilmente pero lo hacen. Son las que me recuerdan lo feo que soy y el poco valor que tengo. Su poder viene de la importancia de las personas que me las regalaron e incluso los años de terapia y escritos no las han logrado sacar por completo. Por más que escarbo, sus raíces siempre quedan listas para crecer de nuevo evitar que la tierra sea fértil. Es doloroso verlas aún en mi espacio.

Estoy seguro que en muchas ocasiones que me dijeron cosas negativas fue con la intención de que yo mejorara, al parecer una crítica constructiva necesita ser hiriente para que sirva. El dolor es vida, dicen algunos.

Recuerdo en mi adolescencia, en mi momento de confusión total (y al decir total no miento, hasta traté de tener novias para ser “normal”), siempre tuve el apoyo de mis hermanas para poderme recordar lo eternamente indeseable que soy, no sólo bastaba estar luchando en la escuela y en la calle con todos los prejuicios que me topaba, tenía que llegar a mi casa a escucharlos de nuevo. Comprendo que soy una persona excéntrica, pero no me considero tan malo. Al parecer aparte de ser maricón (que ya es suficientemente ofensivo), aparte soy una persona fea.

En una ocasión me tocó escuchar una discusión entre mi mamá y una de mis hermanas. Estuvo fuerte, al parecer porque estaba bastante acalorada la pelea. Palabras matan3Mi hermana le exigía explicaciones a mi madre y razonamientos por algo que yo hice y al estar insatisfecha con las respuestas que obtenía hizo la afirmación de que por eso nadie me quiere. Mi acción fue comerme un pedazo de pastel que ella quería, ni siquiera me lo terminé, sino que corté el pedazo de la orilla que había apartado. El que me haya dicho en más de una ocasión que no quieren comer a mi lado porque les doy asco tampoco es algo que se olvida fácilmente.

Siempre me ha interesado la psicología, la criminología, las películas de terror y todo lo que me causa miedo. Los extremos de la mente humana me parecen fascinantes, por algo soy psicólogo. Mi curiosidad siempre ha causado algo en mi gente, ya que mis gustos me convierten en un psicópata asesino maníaco que debe ser observado constantemente. Una vez que estuve en desacuerdo con otra de mis hermanas le dijo a mi mamá con una seguridad impresionante que yo estoy loco y que un día le iba a dar un hachazo en la cabeza. Ni cómo contestarle a eso.

Incluso logro recordar esas ocasiones en que yo he sido tan estúpido y he dejado que mis palabras lastimen a las personas. En una primaria donde daba clases tuve un niño que era muy bien portado. El día que decidió ser travieso me extrañó tanto que hablé con él y le dije que estaba decepcionado porque se portó mal. Unos días después sus papás me dijeron que el chico llegó muy triste a su casa porque yo no estaba contento con él. Cuando me lo hicieron saber hablé con mi alumno en privado y le pedí una disculpa. Le hice saber que en ese momento me extrañó su comportamiento pero que mi cariño lo tendría siempre, que no porque no estamos de acuerdo deja de ser una persona maravillosa. El niño lloró y me abrazó fuerte y me comentó que le daba gusto que lo seguía queriendo. Por un momento apagué su luz y eso me horrorizó, afortunadamente sus papás se me acercaron y me contaron para poder rectificar. Desde entonces trato de ser más cuidadoso, no quisiera ser el causante de semejante cambio en otro ser humano. Nunca.

Creo que todos tenemos esos momentos donde no nos medimos, e incluso algunos tratamos de justificarnosPalabras matan1 con decir que somos muy directos, pero ser directo y ser un patán son dos cosas diferentes.
Si lastimas a alguien, de perdida busca la forma de arreglarlo sin esconderte detrás de tu “honestidad”. A veces no queremos escucharla. Las opiniones son como las nalgas: todos las tenemos, pero no todos queremos ver las tuyas.

Las que se llevan el premio, definitivamente mis favoritas por sacudirme con tanta fuerza y plantar el veneno más potente en mi alma son las afirmaciones de mi hermana en “Las palabras ocultas”. En mi vida había reaccionado de esa forma ni había sentido el filo tan adentro de mí. Los extremos que mi mente imaginó no tienen precedente. Debo admirar su creatividad, la habilidad de introducirse en el tema con dulzura es como para ganar un Pulitzer. De todos los insultos, prejuicios, mentiras, palabras malas y estupideces que he escuchado en mi vida, definitivamente estar en los brazos de Lucifer soy las de mayor alcance. Y yo que ni lo conozco al wey.

Incluso el otro día le estaba platicando a una amiga esa historia y me impresioné al ver que al hablar de ello aún me suelto llorando. Considerando que no soy una persona particularmente sentimental, creo que la herida que crearon esas líneas “bien intencionadas” es demasiado profunda. Y lo más chistoso de todo es que ni siquiera le importa. Sus palabras mataron una parte de mí y junto con ella la posibilidad de tener una relación con ella. Palabras matan4Sé que el perdón viene en camino porque todos los días lo trabajo, pero el sanar requiere tiempo y mi corazón sigue roto. Mi silencio es tan hondo que parece un grito largo y dolido. Incluso ahorita me cuesta trabajo compartirlo con ustedes, imagínense.

En fin. No hay mejor tiempo que el presente para vivir, ¿no creén? Ahorita mientras escribo esto “Alive” de Sia me acompaña en mi viaje por el pasado. Me recuerda con su letra que aún estoy vivo.

¿Cuáles son las palabras que los mataron a ustedes, hermanos y hermanas? Compartan… si se atreven.

Nací en una tormenta electrica
crecí durante la noche,
jugué solo, jugué por mi cuenta,
yo sobreviví.

Quería todo lo que nunca tuve
Como el amor viene con la luz
tenía envidia y lo odiaba,
pero sobrevivi.

Tenía un boleto para un viaje para un lugar donde van los demonios,
donde el viento no cambia
y nada en la tierra puede crecer.
sin esperanza, solo mentiras.
y donde te enseñan a llorar sobre tu almohada,
pero sobrevivi.

Todavía estoy respirando
¡Estoy vivo!

Encontré consuelo en el lugar mas extraño,
en el fondo de mi mente
Vi mi amor en el rostro de un extraño, y fue la mía.

Me lo quitaste todo, pero aún respiro…

He cometido todos los errores,
que uno posiblemente puede cometer.
tomé y tomé y tomé lo que me diste,
pero tu nunca notaste que me dolía,
Sabía lo que queria, y lo conseguí,
hice todas las cosas que dijiste que nunca podría,
te dije que nunca iba ser olvidado,
y todo a pesar de tí…

Sigo respirando,
¡Estoy vivo!

«Alive» Sia.

Saludos afectuosos.

Mostro.

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